Dulce que con simpatía llenas
mi rostro de amor y quitas mis penas.
Sin pensar, te las llevas al fuego
donde arderán y perderán su juego,
que a nosotros despierta el corazón,
y comienzan con su oración
a despertar tus caricias y romances,
y, mi amor, así lo haces,
para despertar mi sentir en sueños
y saber que despierto en tus brazos
sobre una cuna de seda
que frente a tu pecho se veda
a soltar mi corazón flamante
y por ti amenazante.
1 comentario:
Muy bueno. ;-)
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