domingo, 4 de julio de 2010

Cielo

Se rebalsan las represas emocionales, lagrimas eléctricas y los ríos estéticos, propios de cada uno, al sentir la penetrante luz blanca y roja bajar desde el cielo, gobernado por un sol. Encantador era el hermoso paisaje al caer los sentimientos en lluvia y el aire volvióse gris a cada segundo. Flotan los reflejos de las caras escondidas y, de momento, cae la mirada de un cuervo curioso y lascivo ante el color del nuevo mundo humillado, y el cuervo estaba perdido. Llegó al fin con una rama de olivo en su boca, trajo su mensaje y lo esparció ante un árbol con descaro. El árbol demostró su insatisfacción sacudiéndose fuerte contra quien aparezca al pasar. Partió a teñir de polvo el aire enardecido al correr cualquier facción ocular de cada mente pensativa. Llegara una caricia accidentada y un roce metafísico saldrá al ocaso de un temple por conocer, de un cariño por expresar.

Juntaran sus manos dos desconocidos encaminados por el viento y nacerá un calor en sus vientres. Temblorosamente, uno tirará fuerte su mano hacia sí, para protegerla del espíritu de ríos metálicos y escucharla decir —Me has salvado— con lo contrario al desdén.

2 comentarios:

Mara Sh dijo...

me intriga qué harás después de salir

Expanding Flan dijo...

muchas cosas...