Nosotros, como escritores, solemos vivir en un mundo realista, pero de fantasía, donde las cosas son sinceras y todo lo que sale por nuestra boca es analizado profundamente varias veces. Si bien nos preocupamos de lo que decimos, para que tenga una sonoridad agradable, no andamos adornando todo lo que decimos y la gente no entiende eso, ni siquiera nuestros amigos. Que digamos cosas metafóricas y frases difíciles de entender la mayoría de las veces no significa que la gente que nos rodea deba tener la costumbre de no preguntar "¿qué significa eso?" o "¿qué ocurre?". Es más, siempre queremos y necesitamos que nos pregunten eso y más cosas, necesitamos que la gente que nos rodea y nuestros amigos, sepan cómo nos sentimos.
Esas frases metafóricas NO significan que todo está bien y que solo estemos jugando con la sonoridad de las palabras; NO jugamos con el sentido de una oración; NO buscamos enredar a las personas, solo buscamos decir lo que pensamos de forma correcta. Más aún cuando estamos pasando por malos momentos...