Siento mucha rabia al pensar en que quizá esté perdiendo una gran cantidad de hábitos, que siempre he considerado buenos, que siempre he tenido pensando en que no son para mí, sino para el mundo, la familia, los amigos. Al fin y al cabo, el mundo cambia, pero no siempre se aceptan estos cambios. Creo que soy un rebelde ante el curso natural de las cosas, siendo que esa es mi arma principal contra la injusticia de la que me defiendo.
¿Seré entonces el hipócrita de mi generación al decir que mi mejor arma es algo que odio, pero que me gusta por sus buenos resultados contra la gente que aprecio?
Entonces me irá mal al ver a esta gente rodeada de problemas, hundida en su propio orgullo compartido con sus semejantes, que gozan de una realidad mejor que la mía, que usan todo su encanto en convertir hipsters en un montón de mierda, que resalta del grave entender humano, sin sentido ni orgullo, sin calor siquiera humano para entenderse a si mismo, que luego desatan esas cadenas de incompetencias entre ellos.
La poesía beat no es lo mio, pero es interesante y un habito que siempre he tenido. Así que debo continuar con mi vida...,
¿cierto?
Oh, Lucy. Querida Lucy. Donde estás para darme tu hombro y yo recostarme sobre él, en la obscuridad de mis pensamientos y que tú me ilumines con tus eternas canciones.